Pregunto cuando tu cansancio alegas
¿Si extrañas los besos que atesorabas?
¿Si cuentas las horas que no contabas?
¿y si de nuestro amor... ahora niegas?
Pendiente de si te vas o si llegas...
de si me miras cómo me mirabas...
del aroma que traes o llevabas...
del tiempo que pasas con tu colegas.
Yendo hacía allá, idea me sofoca;
andando para acá, de todo dudo
cómo del nuevo perfume en tu ropa
Se va atorando en mi garganta un nudo
porque solo me besas con la boca
y no te inquieta mi cuerpo desnudo.
Ríes al celular estando a solas
tu cara se opaca cuando me acerco.
Te Juras en el trabajo y te inmolas
y corres a el, como a juguete, un huerco.
De angustias indescriptibles me cerco
al percibir perfumes en tus golas.
Lo sabe mi corazón, pero es terco...
qué riegas en otro prado, amapolas.
Se va quedando sin amor gotera
que con perdones quise reparar
y con más detalles quise que ardiera.
Promesas se comienzan a apagar
y como tú vela encendida está afuera
duele el reflejo en mi dedo anular.
El reloj de años tiembla en la pared
y la manecilla rompe el silencio;
con dos mil y un episodios me influencio
engrapando en mí una trágica red.
El segundo muerto, nace con sed
y en su afán niega lo que evidencio
la espera desespera y reverencio
¡Qué sea una mentira!... por merced
Desbordo mis penas en reflexión
porque entre mis lágrimas... ¿Cómo ignoras
qué se rompe tu alma, en una traición?
Pasa ante mí, memorias y las horas
golpeándome adrede el corazón
pues sé muy bien... que ya no me valoras
...s. ....l