¡Mírame!
Aquí segado con nada en la cabeza, sintiendo por el hecho de vivir, acostado en la espalda del silencio.
No se ve mi cuerpo,
nada más los párpados de los cuales hago uso,
mis pestañas hacen trenzas de sueños en el tiempo,
mi invisibilidad la remplazan el miedo y el deseo, también la inquietud y estos se huelen a la distancia,
distancia rellena de mi espíritu con manos atrás reflexivo,
con una mano en la barbilla haciendo de mi brazo un arco de indio;
soy ese indio cazando animales, no solo son animales,
son alimento para mi cerebro, sediento de sangre,
sangre que fluye y da ideas,
sangre que forma infinitos en donde estuvo y en donde estará...
Salgo de un portal oscuro en el suelo...
más bien entro a mi mundo y salgo de otro, no quiero que me observen por que ya me miro y me desgasto y me espanto y me quiero para mí únicamente, esa es la respuesta. Y me quiero sorprender a mí mismo: que mis hemisferios se junten haciendo un eclipse de todas las tinieblas,
de toda la claridad. Estoy todo calentando, me relajo, soy un baño de vapor,
al fin veo una forma a lo lejos como un conocido acercándose. Al fin percibo un sonido,
un ruido pequeño.
KalameetSauce