JOHNNY MONTENEGRO

LA MUJER Y SUS BESOS

Y siendo mi vida un perenne invierno
pensé serías tú mi primavera;
más no sabía que el invierno, en mí era
la maldad que hay en tu mirar más tierno 
¡tu maldad! mostrada de tal manera
en tus besos ¡fogatas del infierno!

Eres lo mas cruel y lo mas afable
haces que el probo con tus besos falle
y que la serpiente por tu boca hable... 
¡Dame un beso amor! que a mi boca calle. 

Invierno eres y eres también estío;
yo quiero darte el calor de mis brazos
en noches lluviosas cuando haya frío... 
o frescura, al ver caer los ocasos.