Un día reformado,
un mente recien construida,
un corazon reparado...
Un verso simple,
un tono expresivo,
un exclamacion ineludible
de todo el amor,
un poeta flajelado,
una mano escritora de dolor,
un florista sin ojos,
mas con un corazón...
Un sueño de noche turbia;
una sonata de un violin,
quebrado por lagrimas
fugitivas de tus ojos...
Viejo arpegio,
tocado por la Luna
y su piano...
Duos de sonatas perfectos,
poema escrito al amor,
mi pluma suicidandose
en un papel,
un viejo pañuelo tendido,
empapado de mi dolor,
luz que se retira,
lentamente firmando
su carta de despedida...
Amor que se va,
y escapa de mi temor,
tirandose hasta por el balcon
de esta lugubre habitación,
pues la puerta la entranco
aquel miedo sin razón,
para que no escapara ni la soledad
y mucho menos el amor...
Mas aún así,
ya quede solo,
martirio de una vieja desicion...