Raiza N. Jiménez E.

Cita a Ciegas.-

Apenas vienen a mi mente los recuerdos

de aquel jardín florecido dónde, por vez

primera, nos vimos; son solo recuerdos.

Nunca olvidaré la mesura de tu mudez.

¡Sí el citado no te habla cómo entablas!

****

Jamás supe si fue por recelo tú lividez,

Seguí impresionada por un largo espacio.

No había visto a un Adán con tal timidez.

Tu pálida tez asumió el color del topacio.

¡Ante el temor es mejor el buen humor!

****

¿Acaso recuerdas que casi ni me hablaste?

Desesperada y en silencio, en nada pensaba.

Aún escucho cuando, por fin, me suplicaste

que, nos viéramos otro día, sí no importaba.

¡Hay situaciones en las tocas tomar distancia!

****

De pronto me vi, deshojando Margaritas.

En ese sagrado ritual del … Sí, No, Sí, No, Sí.

Ruego al Dios de los cielos que no se repita

ese estribillo qué se parece más al Frenesí.

¡Sí la cita es dudosa recuerda eres la Diosa!

***

¡Vaya, cómo me afectó este insólito incidente!

Jamás me había topado con un varón mudo.

Sin embargo, fue así y, no fue un accidente.

Le di la oportunidad, pero hablarme y no pudo.

¡Reconocer el traspié de la cita es de valiente!