Andábamos con la charla de cada día
ocupados en nuestra rutina,
y cruzando la calle, en una esquina,
mi amigo preguntó ¿Que es la alegría?
Y respondí: Sentirla es muy agradable,
a veces exultante, es un arrebato,
pero definirla con una frase, o un dato,
es muy arduo, casi inenarrable.
Supongo que es lo opuesto a la tristeza,
su existencia es temporal, atrevida,
súbita, y algunas veces sin vida,
cuando aparece, todo es grandeza.
Su visita es repentina, aleatoria,
es esperanza de sensaciones plenas,
que limpian las penas de costras,
y las cicatrices de nuestra memoria
José Antonio Artés