¿Qué dicen de mi los vientos?
Que soplan a través de los huesos,
la noticia es: ¡Un vivo vive yerto!
La piedra grabada con mi nombre
no se lava su cara
porque reniega de su labrada.
Los pies con los talones aireados
la nariz como ariete
en el cieno escarbo buscando el cielo.
Santificando el pozo
adorando el infierno
¡Creyéndolo monasterio!