Juventino Pérez

Respeto en la montaña

Respeto en la montaña

Del tremendo caos de la ciudad,
En las noticias se suele escuchar,
Suicidios, atentados, crueldad,
En cada día no se pueden frenar.

¡Horrible! Ver las calles con sangre derramada,
Los gritos de desesperación de una familia,
Se vuelve oscuro cada día,
Al despedir a un ser tan amado.

Cuantas historias se rompen,
A causa de ingratas balas,
Cuantos corazones dejaron de latir,
Al ser víctimas de enemistades.

Asi transcurre cada año,
Prefiero vivir en las montañas como ermitaño,
Porque allí se respira paz y aire puro,
Sin que la vista se estropee por un muro.

Encuentro una comunidad sobre las colinas
Con un clima variado y distinto,
No se escuchan balas asesinas,
Mucho menos se escuchan groserías.

Veo que los hombres respetan a sus esposas,
Las mujeres cuidan con amor a sus bebés,
Los hijos e hijas honran a sus padres,
Nada de discriminación, solo buenos modales.

Qué bello es estar aquí, contemplando cada día,
Esto es el paraíso, la sacra gloria.
La puerta que toca el azul del cielo,
Donde los ángeles descendían del cielo.

Que bello es vivir aquí, en la montaña,
Así mismo contemplar la áurica mañana,
Contemplando las maravillas del Señor,
Que reflejan su inmenso amor.

 

Juventino Pérez