Condenaron al hombre
a vivir en la luna,
para que no quedara
... huella ninguna,
de su paso en la tierra
... a la que destruyó,
con guerras, con hambre,
con humo y dolor.
Condenaron al hombre
a morirse muy solo,
sin la sombra del árbol,
sin el agua del río,
sin los jilgueros...
que bello le canten,
sin la luz...
que las sombras espanten,
¡porque hasta el sol se negó
a alumbrar para él!
¡Condenaron al hombre
a pagar por su crimen!
¡No mereció ni un adiós
... ni un amén!
xE.C.