Camino por las calles empedradas de mi tierra,
solo soy alguien común, débil humano,
que quiere alcanzar las estrellas,
conocer lo inefable de lo divino,
como en un sueño eterno,
que pretende lograr lo imposible.
Añoro el despertar de mi estado,
a la bestia horrenda dominar,
y los frutos del amor verdadero saborear,
quiero ver la flor más hermosa florecer,
en la cruz del amor verdadero,
amor puro y sincero, eterno y perfecto.
No añoro facultades, ni poderes,
solo dejar de sufrir en este valle de amarguras,
ayudar a los demas en la senda,
mis hermanos del camino,
mostrar el sendero verdadero al prójimo,
y no simples espejismos,
que nada ayudan y mucho estorban,
añoro despertar, ya no quiero soñar.