Amanecí confusa, ahíta
mirando una y otra vez mis dedos
palpando mi cabeza en busca
de un hueco, una grieta o fisura
mi piel parecíame un viejo costal
tampoco era mío el rostro azorado
que devolvía indiferente el espejo del cuarto
era igual sin embargo no era la misma
en el interior mío nada quedaba
eran extremidades moviéndose solo
un gran vacío me ocupaba toda
¿Han visto mi alma?
¿Alguno la ha visto deambular por ahí?
Es pequeña, brillante, ligera
cual luciérnaga que vaga de noche
adora la música, las flores, el musgo
cual cocuyo que arrulla en el bosque
Es curiosa, alegre, coqueta
una guirnalda corona su frente
en libros abiertos suele rondar
deja a su paso estelas de azahar
¿La habrán visto quizás en el parque
en un teatro o en la gran catedral?
¿Podrá darme razón de ella algún pescador
si acaso un destello más intenso halló en el mar?
La busco por tierra y por aire
pregunto en mercados y calles
recorro cementerios y bares
no sea la haya atrapado un tunante
No recuerdo si fue de mañana o de tarde
o en noche cerrada que de alguna pesadilla escapó
¿Quedó tal vez enredada en una de tantas?
¿En la hoja de una revista que mi madre quemó?
¿En el circo, en la chistera que el mago usó
o emparedada en la casa que triste dejé?
¿Podría ser en la escuela, en el salón o el patio
donde algún pillo sin compasión la agredió?
Vuelve, vuelve rayo de luna
vuelve a tu nicho e ilumina mi vida
musa de alas sedosas y cristal corazón
con tus manos protege
la flama diminuta de mi pobre oración
Mi alma, mi fantasía ¿alguien la vio?