Llanos y Praderas
Valles de inmensas llanuras,
de llanos y praderas,
en el monte nada más,
que en el monte,
y en el pecado delirante,
un sueño cuando soy tu dueño,
como hoy, ayer y mañana adueño,
como soy tu eficaz tormento,
cuando soy sólo un triste lamento,
y entre zumbidos de silbidos,
de pájaros en el amanecer,
que como un Ruiseñor canta,
y evoca sin alas si quebranta,
cuando arde el tiempo,
y envenena el alma,
cuando en sus llanos y praderas,
se cuece la triste endecha,
cuando en el zaguán hay una calma estrecha,
y en la derecha del Padre está Jesús,
y en la luz una sola cruz,
que derrama pasiones,
cuando arde el tiempo en las praderas inconscientes,
de un mal desafío y tan inherente…