Cierto día , descargaron mis pilas
que desvanecieron mi autoestima
mi biorítmo descendió a la sima
donde un vetusto sillón me aísla .
En su regazo le lloro y , me mima
con vientos de fronda de primavera .
Me impele ascender a mi manera
cual Águila, renace en la cima .
El tiempo transcurre y no espera .
Me obsequia su bella sinfonía ,
su métrica de insólita armonía
por siempre me lleva en su vera.
Para renovarme . Toqué madera , presente en el sermón de la homilía ,
Una mística fuerza me impelía
descifrar el misterio del bemol .
con pétalos ,la flor de girasol
sepultó mi vital melancolía .