Te tengo el amor que nunca le tuve a nadie. Ese amor loco e incomprensible que no sabés cuando empieza y mucho menos el porqué. Aunque pensándolo bien, el porqué si lo tengo.
Me gusta amarte, quererte o como quieras creer. En verdad me gusta. Eso me llena, me llena porque sé que te estoy dando mi amor y que de alguna forma u otro vos lo sentís.
Rompiste ese cristal en mí y como diría Miranda!(del cuál soy fan), yo creo que tienes el don de curar mis males. Creo que con vos mi día gris trae colores, aunque eso solo lo pienso porque cuando estoy con vos, sos lo único en lo que me enfoco, no me importa mi alrededor. Y no me parece mal, me sacas un poco de mí realidad. Me compones el alma.
Cuando estoy con vos bajo la guardia, siento que estoy tan entregada, que podes hacer conmigo lo que querés y eso me da miedo. Me da miedo que tomes mi corazón y lo partas en mil, porque después la que queda juntando los pedacitos (con todo el dolor del mundo) soy yo. Y como leí por ahí algún día, “no hay peor dolor que el de un corazón roto”, y cuanta verdad, porque es una enfermedad crónica, que no te mata pero tampoco te deja ser feliz.