Hoy quiero descubrirme;
saber quién soy,
por qué vivo y adónde voy.
Hoy que he aprendido una
frase sencilla que ha tocado
mis huesos…estrujándome el
alma.
Creí, en ciertos modo, ser el
amo y señor del universo;
aquel que tiene el mundo a
sus pies y al que nunca la
vida le podría acertar sus
golpes de revés. Pero, me
equivoqué.
Tras cosas que son nada, yo
viví; rodeado de
penumbras desdeñadas y
con mis pensamientos
siempre a oscura…
faltándome la luz de una
mirada que alumbre los
caminos de mi vida.
Por distintos senderos
caminé; sin rumbo ni
destino donde detenerme,
ni tampoco un abrigo que
me cubra del frio y ni
hablar de un cobijo que
pueda refugiarme.
Ahora, que encuentro el
fulgor de tus ojos que
alumbran hasta mi alma,
comprendo que ya tengo el
norte de mi vida y que si
por ti muero al cielo voy
tranquilo llevando en mi
memoria lo aprendido:
“más vale morir por
algo que vivir por nada”.
PABEDIZ…