Esa hermosa manía de ser mía,
de ser el perfume de mis sueños,
de ser la chispa que a mis leños,
los lleva hasta una hoguera de poesía.
Esa hermosa manía de ser bella,
de ser la inspiración de toda letra,
de ser la emoción que me penetra,
hasta dejarme tu pasión como una huella.
Esa hermosa manía de mirarme,
de devorarme con tu ojos de esmeralda,
del frio que me corre por la espalda,
que se calma cuando al fin logras tocarme.
Esa hermosa manía de existir,
de mostrarme que el amor no se equivoca,
que no hay nada más dulce que tu boca,
cuando besa la mía hasta morir.