Quiero cantar canciones
para que todos me puedan oír,
pero, como cantar, lo que yo siento,
mi voz ya no acierta a decir,
cuanto, dicta mi pensamiento.
Yo voy por la vida
andando caminos,
recogiendo semillas,
luchando, con mi destino.
Por los senderos de los sentidos,
la vida, yo percibo,
mi alma sangra, dolorida
y mi voz clama desvalida.
Quiero gritar
todo lo que, por mis ojos veo,
pero, ¿no grita ya,
el hambriento en su deseo?
¿Como cantar?
al esclavizado, al encarcelado.
acaso, su dolor
¿no es por todos notado?
¿Cómo la mano tender?
al niño que necesitado llora,
si es la vida, la que le obligará, a ser
mañana, más necesitado que ahora.
Envidio, al ciego que no ve,
lo que el pobre no tiene,
al mudo que no dice,
lo que yo, callar no puedo.
Porque, yo viendo,
porque, yo hablando,
no puedo cantar lo que siento.
Estoy atado a un duro yugo,
mi voz, es tan solo un lamento,
y no puedo expresar mis sentimientos.
Si mi voz, fuese escuchada,
si mis canciones, con las cadenas
de la libertad, estuviesen atadas,
cantaría, lo que por mis ojos veo,
clamaría, por la justicia que deseo.
Pero días llegaran,
en los que los poetas,
en sus canciones, clamaran
por todo lo que hoy he de callar.