Mi mano reposa sobre el desnudo lienzo de tu cuerpo ingenuo
Humedecido por las mareas y espumas de tu océano insondable
Lleno de misterio, inexplorado en la profundidad de su alma
En donde el gemido es canto sacro entre arpegios y silencios
Mi mano que acaricia tus párpados arcanos
Dando refugio a la mirada, en la noche profana
Provocando el nacimiento de la mañana clara
Y la esperanza que levita entre olas y nubes
Mi mano que se posa sobre tu voz de poesía
Para fecundar los sonidos con la fascinación de tu verbo
Aprisionando la espera con un beso de encanto
Que desate pasiones como bálsamo de entrega
Mi mano que recorre tu cabellera ondulada
Cómo posado en la orilla de un mar enigmático
Donde la ola fecunda la arena dormida
Y la playa es santuario de tu esfinge desnuda
Mi mano curiosa acariciando el encuentro
De tu vientre entre sombras promoviendo el deseo
Navegando las aguas de tu ser cristalino
Para arribar cual esquife a tu matriz renacida
Mi mano desnuda suplicando tu pecho
Alcanzado la cima de tus montañas de fuego
Donde la brisa es poesía y suspiro de vida
Y mi amor torbellino que se vence en tu seno