¿Dónde se ha quedado la rosa,
esa rosa purpura que tanto amabas?
Los años han pasado por mi cara,
pero no por mi alma que sigue viva.
Sigo buscando tus brazos, tus caricias,
tus palabras de aliento, y tú amor.
También tú en la oscuridad de la noche
buscas las mías.
Entrecruzamos los dedos y juntos
hablamos de aquella pequeña rosa
de color purpura.