Famélicas personas condenadas
por hambre sus familias torturadas.
Regiones con sequías asfixiantes
presentan panoramas agobiantes,
los niños demacrados, suplicantes,
cubiertos por las moscas abundantes.
Países ricos viven la opulencia,
parece no conocen la clemencia.
Culturas por tiranos desangradas,
algunas con malvados gobernantes
que solo se mantienen con violencia.
Es hora de que exista la presencia
de seres con amor por semejantes
y ayuden con acciones apiadadas.
No solo se requiere la conciencia,
también nueva actitud por excelencia.
Son retos demasiado desafiantes,
requieren de medidas incesantes,
con entes de recursos importantes
que sean de la paz unos garantes.
Quimeras, esperanzas abrigadas
en almas con candor edificadas.