Mi corazón gotea como un grifo,
gotea soledades y amarguras,
tragedias cotidianas, desamparos
y la hiel de la rabia y el fracaso.
Y vivo mis quimeras
sumido en la corriente de la vida,
fantasmas cotidianos
que viajan en el metro amontonados
hacia las cámara de gas del desencanto.
Cuando ya no me quede ni una gota
Y mi cuerpo exánime, flaquee
exprimidme con fiera certidumbre
y quemar los despojos en la hoguera,
no me quiero llevar nada al futuro
ni dejar que el pellejo me delate
volaré como polvo primigenio
a surcar otros cielos y otros mares
a buscar a ese dios que me rehuye
y a escupirle a la cara mi coraje.