Tengo suficiente
con las huellas
de los pies desnudos
en la hierba
con el viento
que juega
entre mis dedos
con el verbo
que espera
tranquilo
mi regreso.
Tengo el mar
que es silencio
en el rugido
y la tarde
que es hembra
cuando duerme
en tus pupilas
tengo el río
que corre
hacia la muerte
para nacer en
cada despedida.
©Raquel Varrotti