Cuando te vayas llévate la luz
que llegó conmigo hasta aquí
descompuesta en mil colores
y la belleza que los adorna.
Que prefiero quedar a oscuras
intentando tener mejor suerte
en el burladero inconsciente
desde donde envidar a la vida.
Presiento que alguien reclamará
mi sangre, entre otras cosillas,
al saber lo que me conviene.
Sé, que la luz se paga, muy cara.