No lamento nada
pues este vacío es nada,
pues esta tristeza,
que abarca mi ser,
me obliga a ser,
lo que quieren ver,
he vuelto a surgir,
a resurgir
dentro de mis cenizas,
a juntar mis piezas
pues estuve rota,
y la vida tanto té azota
que te obliga a cambiar,
te enseña a amar,
pero también los peligros
fuera de los muros,
de tu hogar.
Me enseñaron a odiar
todo lo que se mueva,
y con cada luna nueva
esto se renueva,
en una antigua cueva,
con una antigua profecía,
que prevalecía
por encima de las demás,
que decía, si amas
pronto odiarás y terminarás
deseando matar a todos
porque todos.
Son simples mortales
pero pueden traer muchos males
tan solo con decir amarte.
......
Mareth