Mundos antiguos
vestales dormidas
entre hojas de acanto
y señales despavoridas.
Mundos antiguos
que me confortan
llenan de siglos mis retinas,
iris vacíos de luces y de atmósferas.
Mundos antiguos
ruinas capitales
sensaciones oblicuas
de capiteles ordenados.
Me ofrecen su consuelo
estos universos desaparecidos y,
tratando de ser yo mismo,
los busco
en cada hipótesis nocturna.
Mundos antiguos
griegos y latinos
huellas inmensas
sobre el terreno expugnado.
Mediterráneo concreto
luz de ceniza
hombro sobre el que llorar
la agonía de este otro mundo
perdido.
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