Amiga, quizás,
algún día,
te despierte
la luz de la noche.
Estás sola,
desnuda y sin historia.
Abrazas las almohadas,
tu cuerpo habla,
de una pasión sin cuerpo,
y el olvido de un instante.
Amiga,
has regresado,
al mismo lugar.
Un café, un dulce,
aroma y sabor desconocidos.
Tus zapatillas gastadas,
y el vestido improvisado.
¿Qué te trae de regreso?
Si todo ha cambiado,
La brisa y el aleteo
de una gaviota,
cambia las cosas de lugar,
o quizás, dejan su estela.
Amiga,
te marchas,
escapas del tiempo,
escapas de un amor perdido.
¿Cuántas veces volverás?