Aparentemente me encontraba muy serena, pero de manera intensa sentía como si algo se desbordara dentro de mí. Desconozco si era mi ego o en parte las escazas esperanzas de volver a sus brazos.
Quizá ya debería dejar de pensar en él, pero me es casi imposible. Durante tanto tiempo he intentado de todo para arrancarlo de mis pensamientos, sin embargo, una parte de mí que es irracionalmente sentimental, se aferra a sus recuerdos. Él ya no tiene nada que hacer aquí, en mi mente, desde el día en que yo ya no tuve nada que hacer ahí, en su corazón.