En sus
bolsillos,
o en su ropa
secreta,
tocándole
el cabello,
pensándola
sagrada,
o desnuda
en mis brazos,
Ella estaba.
Yo sé que Ella
lo sabe,
que yo estaba,
mirándola
a los ojos,
fíjamente,
besándole
los labios,
suavemente,
acariciando
sus manos,
tiernamente,
en la miel
de sus pechos,
urgentes,
o en su cuello
y su vientre,
fecundo...
Ella estaba
Estaba
en el secreto
designio
de los dioses
... y conmigo,
estaba
en la promesa...
de la primera vez,
de su Alma,
metida,
jugando
entre los dedos,
de mi mano,
entrelazada.
Tanto pensaba en tí,
que si no estabas,
que yo no estaba
en mí,
si tú no estab