He soñado con otro tulipán que se rendía ante la vida
cansado de demostrar las cosas por las cuales valía.
He soñado con el tulipán que destruyó lo que protegía,
con otro tulipán que se aferró a lo que no tenía.
En ese sueño un mendigo contemplaba a la luna
mientras del cielo caían las estrellas,
y el resto de hombres caminaban sin pena
sobre los últimos tulipanes que quedan.
Dime tulipán errante, dime tulipán doliente.
¿Será que es mi vida la que te condujo a la muerte?
¿Seré acaso yo el hombre que mira a la luna. Indiferente?
¿O en peor instancia seré el que te aplasta dejándote inerte?
Tan solo espero, tulipán de mis sueños,
que no sea yo el tulipán errante, pero tampoco el tulipán doliente.
que se rindió ante la vida por ser un poco diferente,
por sentir que no valía la pena, ante los ojos de la gente.