Déjame navegar por la placidez de tus sueños.
Quiero convertirme en un Elfo y llevarte de la mano a un lugar mágico, en donde no existe dolor, llanto, sufrimiento.
Donde el sol se abraza con la luna, se besan, se aman mientras las nubes danzan elegantes.
El río es multicolor, pleno de peces y criaturas maravillosas que parecen volar en un fondo transparente.
Los pájaros hablan y te cuentan cuentos, historias legendarias, épicas. Ellos mismos las han vivido ya que son inmortales.
Las flores duran todo el año y cambian de color según el lugar donde ellas mismas deciden establecerse.
Los árboles son enormes, plenos de hojas, cubiertos de musgos escarlatas, que exhalan aromas exquisitos.
Un lugar donde la tristeza se ha evaporado para siempre.
El silencio es placentero, relajante, delicioso.
La paz reina porque no es exterior, sino que nace de tu corazón herido y amante.
La soledad es dulce y te enseña como hacerte compañía y valorar tu presencia.
El temor es solo una sensación lejana que ya ni te acuerdas cómo era, lo que se sentía. Inexistente.
Ningún ser ha experimentado la ira o el odio, están ajenos a ello.
Los sentimientos negativos que quieren entrar a ese lugar desaparecen para siempre.
Te llevaré a paisajes indescriptibles en donde podrás apreciar el azul intenso del mar, ese mar que tanto amas. Navegaremos en un pétalo de rosa, impulsados por el viento templado que abrigará nuestros cansados cuerpos. Atravesaremos océanos inmensos hasta llegar a parajes hermosos, plenos de cascadas, verdor y luz.
Sólo déjame entrar en tu maravilloso mundo.
No temas. Confía en mí. Extiende tu mano y vamos. No te arrepentirás.