Después, me sané de aquel malévolo corazón que jugaba conmigo.
Ahora, me contagié y aprendí a jugar.
Eres el después que siempre esperé,
No me retracto ahora, no. No hoy; ni mañana, ni pasado...
Después de ti, vendrán otros después. y ya no serás un después sino un antes.