POR LAS TARDES
Al fin de un nuevo día juntos en el vergel
la brisa nos espera para ser quien desnude
dos almas al encuentro en una misma piel
al compás de la música cuando a copas sacude.
Y mis ojos se clavan, y siento un gran tropel
que corre por mi sangre al tiempo que ella elude
el baile de las hojas brillando en oropel
ansiosa del ocaso que a colores transmude.
Yo muero por tus besos, y viendo que la tarde
se desvanece lenta a través de las horas
cuando cae lo oscuro, un pétalo cobarde
me roba tu atención sabiendo que lo adoras,
mientras en mi interior un fuego intenso arde
presto por despertar mi instinto sin demoras.