Discúlpenme el desafuero,
la verborragia, el cinismo;
que pasen sin dudarlo, a mi vera,
payasos con carteles
de campaña para su circo.
Perdónenme los asalariados
del púlpito, los que amasan
fortunas o éxitos, bajo las máscaras
del rigor, pero yo, me bajo
en la próxima.
Exoneren esta actitud de broma,
los que acometen veloces, buenos
versos de infortunios y desastres,
los que arremeten contra todo tipo
de bromas, pesadas o no, pero hoy
me quedo en mi pretil no ignorando
el futuro.
Y queden emplazados, para mejores
ocasiones, los brindis al sol, y las
meteduras de pata; yo sigo a solas
con mi circo-.
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