¡Oh, mi bella y señorial Caracas!...
¡Cuantos hermosos recuerdos se asoman hoy en mi frágil memoria!
¡Lágrimas bañan mi rostro al recordar la triste despedida que partió mi corazón en pedazos al dejar atrás mis vivencias de la niñez, adolescencia y primera juventud!
Hoy, en tus cuatrocientos cincuenta y cuatro años, no hay nada que celebrar... y con nostalgia escribo estas letras recordando tus \"techos rojos\" y casas de zaguán y aljibes, las famosas tertulias de mis abuelos en amenas conversaciones en familia y vecindad caraqueña.
¡Cuántas bellas escenas vividas en las excursiones como \"Exploradora\" subiendo los cerros El Ávila y Galipán; la presencia del legendario \"Pacheco\", anunciando la temporada navideña, por su intenso frío entre neblina y un espectacular amanecer, admirando el rocío en cada pétalo de rosa y en todo el rosal adornando el camino real, camino empedrado que conducía a la falda del majestuoso Ávila!
¡Oh, mi bella Caracas, la monumental, la bautizada como \" Santiago León de Caracas, la de los techos rojos y casas de zaguán, la que cantaba al unìsono, villancicos en la cercanía de la navidad!
Nhylath
25-07-21