Qué es la mentira…
sino una verdad acomodada
me dije frente al espejo
mientras inflaba el cachete al afeitarme…
Yo siempre he lucido lampiño…
pero tengo espesa barba, me dije y el del espejo resopló mirándome
con piedad…
Así inicié otro día de penosos desaciertos.
Al medio día
en un gris lluvioso
pensaba en mi propia muerte
y esa esperanzadora posibilidad de resucitar.
La resurrección, sería una nueva apuesta
la del sufrido que desea placer
ese desposeído ávido de revancha
…..
todos quieren renacer
como el otro, que nació distinto
…..
o tan solo, si fuese posible
como si mismo, antes de morir.
Pero no quiero tentar a la inveterada
mala suerte
solo deseo gastar lo que queda
…..
una vida, casi sin fichas
puestas en un pequeño cúmulo
en el tapete verde
donde la esquiva suerte
tira esas cartas
sin dibujo alguno…