Me busqué y ya no me hallé en tus ojos, no me hallé en tu sonrisa, solo suspirabas recuerdos de antaño, tuyos y míos.
La verdad se que me he vuelto solo la ilusión de un sueño no cumplido, ya no siendo el sueño y no siendo el destino.
Me busqué y ya no te hallé mío, pero ciertamente me encuentro agradecida, porque aunque desaparezca lento, muy lento en tu olvido... Fue tu ternura de niño la que me permitió vivir la dulce sutileza de un amor correspondido.