Dios ha sido generoso al sembrar tan bella rosa
En este jardín llamado familia
El amor, es el punto de partida, de aquella historia
De aquella vida, de la que estos versos se hacen acreedora.
Ornamentos de oro cuelgan de su pecho
Del tabernáculo bendito que custodia el tesoro
En perfecta sinfonía del que late
Al son de la alegría enmudecida.
Remas en los mares de emociones
Feliz y tristemente dormida
Soñando un mundo que te entienda
Y tu clamor a la vida sea escuchado…
Entiende que las horas a tu lado
Valen más tomados de la mano
Que de aquellos quien dicen ser algo que no son
Es tu fortaleza algo que admiro de ti
Quien unido al encanto de tu belleza
Forjan lazos incorruptos impresos en tu moral.
No sé si últimamente sonríes menos
Pero estoy seguro que es de verdad
El regalo invaluable forjado por las manos sempiternas
Brilla más que el lucero del alba
Más que un pulsar del firmamento
En las almas sedientas de esperanza.