Hermann Garcia
“NEBLINA...”
Tragedia, caos y cerrazón se vislumbra en el cielo oscuro
y nada lo puede evitar
ni la osadía del valiente tirano justiciero y vulgar
desesperado por inyectarse ánimos y ansiedad
que sacude de su rostro
y salpica la sonrisa distraída
de la pequeña dama que
aguarda tranquilamente que el duende salga de su madriguera
y se muestre tal y como es
tomándola entre sus brazos
para amarla apasionadamente
mientras expía sus culpas
y saborea el ridículo placer de saberse engañado
y lucirse ante tremenda atrocidad
y devore su propio cuerpo
y lo exhale lentamente...