Da Ruina

Lo que el viento me contó.

Esa noche se encontraba más solo que de costumbre, una pequeña estela de niebla cubría sus pies, el silencio de aquella calle gritaba auxilio y el viento que sacudía las desnudas ramas de los árboles susurraba peligro. ¿Qué estaba esperando? Nada en particular. ¿Qué buscaba? Aún no lo sabía. Las sucias calles del centro de su ciudad lo ponían nervioso, su caminar reflejaba miedo. Alguien lo sigue. ¿Sabe quién? No lo sabe. Quiere correr, pero no encuentra las fuerzas para hacerlo, la sombra cada vez se acerca más, escuchaba pasos que iban directamente hacia él, en un rápido movimiento se voltea y no ve nada. La sombra que lo seguía era su sombra y los pasos su mismo caminar, toma un respiro y se reincorpora. ¿Puede seguir su camino? Eso cree. Da media vuelta y de frente se encuentra una oscura silueta encapuchada, unas manos pálidas, unas pupilas dilatadas y un afilado puñal en su pecho, comienza a sentir su pecho húmedo, su boca se llena de sangre y su caminata acabó. ¿Se murió? Lo mató. ¿Quién fue? Solo él lo vio. ¿Qué vio él? Su rostro.