Caminando sin rumbo
y mirando hacia el suelo,
evitando los charcos
y las trullas de perro,
escupiendo esperanzas,
arrastrando los pasos,
esquivando miradas,
deshojando fracasos.
las aceras son rios
donde bajan revueltos
entre espumas oscuras
imposibles deseos,
somnolientos fantasmas
levitando en la niebla,
arrastrando hacia el limbo
sus pesadas cadenas,
vertedros de rabia,
cementerios de sueños,
pedregales oscuros,
laberintos siniestros
esos ojos hundidos,
esos gestos huraños,
esas manos crispadas,
esos puños cerrados,
ese olor a desidia,
esos rostros desiertos
donde solo germina
la semilla del tedio