De improviso hace falta humedecerse
con el llanto, con la pena, con las sombras,
nadie está libre de exponerse
a las circunstancias y otras cosas,
y es posible que no escape a un golpe bajo,
a un aletazo ponzoñoso de la vida
que te hace recular un par de pasos,
para encontrarte en medio de la nada;
pero bien, es parte del programa,
lo tiene en su genética el primate,
nadie dijo que todo era colores,
siempre habrá una penumbra de remate;
... hace falta como dije, alguna herida,
un malestar entre tantas alegrías,
un remezón, un escupo en tu comida,
y así veas que no todo es fantasía;
aunque también el hombre es obstinado,
escapándose a veces de las normas,
se retuerce, se levanta y patalea,
aferrándose al camino que retorna,
y de nuevo se peina, se alimenta,
limpia el jardín, para luego adormecerse
...quizás reflexiona, quizás piense:
\"que fué justo aquello de humedecerse\".
(Chofa)