Ramón Siliceo Arango

SENSIBLE

Aquí estoy sentado entre mi donación, mi requerimiento y mi sentir.

Los tres somos uno en nuestra soledad y el temor que nos une

es profundo fuerte y extraño.

 

En realidad esta locura es más profunda que mi ser,

más fuerte que la mirada de mi ego

y más extraño que lo insólito donde permanezco.

 

Somos confianza y respeto, no obstante, estamos solos

 y nadie nos visita,

a pesar de que con una mirada casi completa y sin trabas,

no hemos hallado consuelo. Puedes decirme.

¿Qué consuelo puede haber

para el deseo controlado y la pasión inexhausta?

¿De dónde vendrá el amor que Dios

nos ha mandado para aplicarlo?

¿Y qué mujer podrá adueñarse de mi corazón?

 

En el silencio de la noche,

en sueños y suspiros susurra la incógnita

de mi forma de agradecerle a nuestro Señor,

un nuevo amanecer y que mi mañana

sea más elevada en el prospero transcurso

de mi mundo eterno.

 

Sí,  aquí estoy sentado, entre mi ser, mi ego y yo.

Los tres somos uno en nuestra soledad

y el amor que nos une, es en verdad

profundo, fuerte y extraño...