Al entrar en la habitación
abrí las gavetas de un peinador con espejo
corrí las cortinas
observé las fisuras del techo
pelotitas de chicle se sostenían en lo alto
tornillos desparramados por el piso
una jarra con agua
dos vasos plásticos.
Ella abre la regadera
se percata que hay agua
es su manía
se sienta en la cama
se desnuda sin espectáculo
retiene la respiración bajo la almohada
hundo mi lengua en su avispero nervioso.