Delirio expresivo que llenan mis sueños de ribetes bordados,
con la venia de la muerte me atrevo a pulverizar tus suspiros,
veo que tienes alas milenarias de colores serpentinos,
esencias sublimes para derramar en cada lecho.
Espejismos fríos escapados de las vertientes herejías,
tu voraz extrañeza simula una espina de pétalos dorados,
llevando el ritmo marcas el compás y la cadencia del viento,
frágil herramienta que te sirve en las noches celosas.
Delirio impregnado de brisa y nube inquieta,
tangible esperanza que remonta el vuelo,
navegas por atajos de locura sin temor.
Alucinas poesías aún sin la figura de la palabra,
bañas de quimeras por eso no temes los relámpagos,
tu extensión es pasión, belleza y manía.