Soy el logos innato apegado en educarte,
tránsito pleno en pluma de escribano,
vertida en compacto, me convierto en arte;
soy alimento del alma de mi lectura en sano.
Me tienen las voces trasladantes,
en flujos mantengo sus mensajes;
soy susurro de bocas en amantes,
en poemas describo mil paisajes.
Ave en vuelo en las mentes más pensantes,
arraigada a transferir conocimiento,
inspiró las partes a Dios comunicantes,
y soy el curso de acuerdo en crecimiento.
Fluye el literato mi sutil encanto,
en el amor inspiro las cartas en llanto;
amo la boca que en freno me detiene,
sabio será aquel que mi consejo tiene.
Abro al corazón muy bien dispuesto,
al devorarme en líneas con mis libros;
cuyos visionarios fantásticos resuelvo
a llenarlos de mis figuras siempre libres.
Al fin, yo soy; cual perla fina y elegante,
que en la mano se halla en veta latente,
hazme tu amiga, tu niña y dulce amante,
y hallarás de mi eterno una patente. Fin
Lic. Isaias González Arroyo