Esas manos que tejieron,
esas manos que amasaron
son las manos más profundas,
delicadas, diminutas.
De esas manos brota vida
en la arena del costal.
Esas manos tan quebradas,
con arrugas de vejez,
del dolor se apretujaban
cuando toca la estrechez.
Calientitas me acariciaba
con la voz me susurraba.
Me tocaban suavemente
hasta desaparecer.
Esas manos que sintieron,
que volaron y escribieron,
manos que rezan y que dan
sumergidas en el mar.
Esas manos que parieron
el color a libertad,
esas manos de mi alma,
del viento y del mar.
Se llenaron de esperanza,
manos de tierra,
de maiz. y sal.