Escapo poco a poco en la luz blanquecina
ventana de la noche y también de los días
por el largo pasillo deambulan los fantasmas
en busca de sus rostros, bajo sabanas blancas.
Escapo por el vitral, hacia la verde campiña
donde florece la piña, donde se anida el Zorzal
viajo en la brisa fugaz, en lo infinito del tiempo
en cada breve momento que tengo que descontar.
Hace frío a pesar que despertó el verano
más no llegan los rayos de ese sol tan amado
Y el canto de la mar se convierte en un sueño
que aúlla allá a lo lejos como perro sin dueño.
Dónde estás bella tarde de reflejos dorados
te perdiste en la lluvia que pasea sobre el llano
lágrimas que golpean la arboleda sombría
alegría de mi vida que ha quedado vacía.
Aun recorro el camino en nieblas de delirio
Y mi mano te busca como un niño perdido
corazón mensajero de ilusión y esperanza
que es paz en la tormenta que golpea mi alma.
No podrás comprender porque solté amarras
y se izaron las velas para dejar tu playa
playa de mi destino, que baño aquel amor
con encajes de espuma en olas de pasión.
Amante que abarcaste cada espacio de tiempo
perfume de nostalgia, oasis del desierto
aun recorro el espacio a esa cita con vos
buscando en mi ventana la perfumada flor.