Tu sonrisa en mis pensamientos se clava,
y tu mirada, en mi alma calada vive.
Añorando volver a mis sueños para verte,
o deseando despertar para a mi lado tenerte.
Sultana de los jardines de mi alma,
por los cuales te paseas rauda al ocaso.
Perfumando con tu aroma las flores,
dejando a tu estela, mirándote a los girasoles.
Cantan por ti al amanecer los ruiseñores,
mientras el rocío de tu piel sosiega al alba,
trinan los gorriones celebrando tus amores,
y brilla más el sol por iluminar tu alma.
Se matizan las luces del ocaso,
con los colores de rosados de tus mejillas,
dándole la bienvenida risueña al plenilunio,
rebosante al reflejo de la mangata,
y abnegado en este sueño de un milenio,
No quisiese nunca jamas despertarme,
Pues Tú alegras mi vida, reina de las flores,
Y quiero seguir dormido eternamente,
Solo, para poder amarte.