Regreso en sueños y ensueños
a mi casa pintada de blanco en El Hatillo,
era hogar, refugio y taller de expresiones
de mis fantasías a través de palabras al oleo
En una noche fresca camino de nuevo
por la plaza de mis recuerdos,
con mi ruana de dos colores puesta;
a veces rojo, a veces azul,
color escogido a mi capricho.
Las muchachas reian tontamente
al hablar de sus novios apenas conocidos;
conquistadores de corazones en aprendizaje
De mi presencia los enamorados no se dan cuenta,
estan viajando con su propia alfombra volante
a lugares mágicos, más allá de un arco iris,
a un mundo que se desbarata,
como un susurro en el viento,
en la realidad de sus vidas cotidianas
David Arthur ©®