Tú, belleza tan mía.
Tú, causa de mi alegría
Tú, mi otro paralelo
Tú, mi sonrisa
Tú, mi medio y mi fin…
Tú… mi cuerpo y mi alma
Sólo tú.
Tú, mi Adán
Tú, mi hombre sublunar
Tan marítimo
Tú, mi tempestad.
Vuelve a emerger del mar…
Renovado, leve, suave, irremediablemente sutil, enamorado
¡Vente! Te lo ruego, vuelve a salir.
Regálame lo más humano.
Posa tu boca en mi boca.
Señor, ábreme los labios…
Mi boca emana palabras deseosas de volar y partir...
Se expanden hacia el éter con la sola intensión
En que una y otra vez, con ellas te toco y te hago sentir.